Leyendas de Guanajuato: La Casa de las brujas ✨

Como nos la contaron se las contamos

Esta casa de estilo arquitectónico semejante al de las residencias holandesas, influencia del art novo enriquece no solo la ciudad con su singular y vistosa fachada, sino también por los enigmáticos sucesos que en ella se rumora, acontecen.

Cuenta la gente, que por las noches de luna llena, de una de las ventanas, se asoma una mujer joven de delicada figura, quién porta en sus exquisitas manos un quinqué de llama tenue. Luz que permite ver no solo el color de su piel, sino también la extraña hermosura de su rostro, sus ojos grandes y carentes de expresión. Sin pronunciar una sola palabra, con un ademán sutil y suave, invitará al caminante a subir por las escaleras y a pasar al interior de esta morada.

Al ceder a la tentadora invitación, el caminante se encontrará de pronto en una habitación a media luz y escuchará voces agudas provenientes del fondo del cuarto, las cuales son de dos mujeres de edad avanzada, quienes estarán sentadas cerca de una gran chimenea, donde arden unos leños.

Una mujer de mejillas arrugadas, cabeza temblorosa, con escasos tres dientes y el torso encorvado, con un ademán de sus manos que de pronto parecieran las de un ave de rapiña, ofrecerá con sonrisa irónica, tomar asiento al visitante, al mismo tiempo, que le da en propia mano un apetitoso y exquisito vino de color rojo oscuro, muy parecido a la sangre. La otra anciana permanecerá completamente indiferente, sentada en su sillón, aunque no quitara jamás su mirada del visitante.

El Omnipotente Dios Baco, hará inevitable y ardua labor, transformando aquel ambiente frívolo y tétrico, en un lugar confortante, cálido y agradable, para entonces la anciana del torso encorvado, hará la insinuación de pasar esa noche ahí, en esa casa, junto a la hermosa joven de piel blanca, seductora invitación, y sin duda difícil de despreciar, pero que dicen es mejor negarse.

Un pozo lleno con ratas, alacranes, serpientes y tarántulas; una cama que se convierte en un ataúd 100% hermético; o quizás un filtro mortífero, posiblemente sea lo que le aguarde al visitante al término de su última noche.

Hay algunos que afirman que nunca les ha pasado nada en esta casa y en contraste hay otros que aseguran que su aspecto no solo es espeluznante, sino que encierra una extraña fuerza y un enorme misterio, que solo muy pocos en realidad conocen.

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